El Diario Le Monde de Francia, sostiene que Gianni Infantino llevó a cabo una imprudencia en su cargo de Secretario General de la UEFA. Los sucesos ocurrieron en el verano de 2011 cuando estalló el escándalo de amaño de partidos en Turquía, en el que estuvieron involucrados varios equipos de Primera división del país Entre ellos, Fenerbahçe, Besiktas y Galatasaray.
La Federación pidió a Infantino unas sanciones menores y este les respondió que debían adecuarse al propio reglamento turco. La Federación se saltó sus propias normas y acabó aplicando sanciones mucho menores a los involucrados, algo que Infantino no debería haber permitido. En lugar del descenso, los clubes recibieron una multa económica y se les restó puntos.
El presidente de la TFF en ese momento, Mehmet Ali Aydinlar, dijo públicamente que se llegó a este acuerdo con la UEFA para evitar que los clubes turcos perdieran enormes cantidades de dinero y fue el resultado de una "negociación" con los funcionarios de la UEFA.
Finalmente, la UEFA se pronunció en el mismo sentido tras alegar que las condenas impuestas por los dirigentes turcos eran "conformes a las medidas disciplinarias relativas a los partidos trucados”.